Plata coloidal, el antibiótico natural
El antibiótico Natural sin efectos secundarios
Ninguna bacteria, virus, hongo, levadura o microbio conocidos, puede vivir en un líquido en el que haya una sola partícula de plata. Esta certeza ha llevado a pensar a la propia NASA y los rusos que ocurriría lo mismo con microorganismos nuevos o de origen desconocido (extraterrestres) y por eso utilizan la plata coloidal para el tratamiento, esterilización y reciclaje de las aguas a bordo de sus bases espaciales.
La plata, en su estado coloidal, mata 100 veces más bacterias que los antibióticos conocidos. Es interesante el hecho de que las partículas de plata son más pequeñas que las células; algunas, incluso, más que los virus. Esto permite que puedan ser “engullidas”, como veremos mas adelante.
EI mundo dio la bienvenida a los antibióticos al ver que muchas de las enfermedades que aquejaban a la Humanidad tuvieron un claro retroceso (poliomielitis, viruela, sarampión, tuberculosis, para citar unas pocas); pero, actualmente, las bacterias han desarrollado una fuerte resistencia a los antibióticos, incluso a los más poderosos. Está comprobado que ciertas cepas bacterianas son totalmente inmunes a los antibióticos. Las estadísticas médicas reportan un número creciente de individuos que contraen tuberculosis, por ejemplo.
La plata coloidal ofrece, pues, una eficaz alternativa en lugar de los antibióticos, así como una solución potencial a serias enfermedades infecciosas para las que la medicina actual no tiene respuestas satisfactorias.
Numerosas Universidades y prestigiosos científicos de distintos países, estudiaron las cualidades y aplicaciones de la plata coloidal, quedando asombrados por sus beneficios para la salud humana, hacer una lista de sus nombres y las conclusiones de sus investigaciones excede la capacidad de éste Blog, pero para quién sienta esa curiosidad citaré algunos nombres: Henry Crookes, Larry C. Ford, Harry Margraf, Robert O. Becker, Bjorn Nordestrom y Gary Smith.
Se puede usar internamente (ingerida, inhalada, etc) o externamente (apósitos, enjuagues, etc), se muestra eficaz en el tratamiento de numerosas dolencias entre las que destacan las siguientes: Acné, alergias, apendicitis, artritis, bursitis, varios tipos de tumores y verrugas, candidiasis, cistitis, cólera, colitis, infecciones otorrinolaringológicas (oídos, boca y garganta) y oftalmológicas (ojos), dermatitis y eczemas, diabetes causada por una infección, diarrea, disentería, erupciones, escarlatina, fatiga crónica, fibrosis, fiebre en general, forúnculos, gastritis y úlceras de estómago (incluso la causada por la Helicobacter Pylori), gonorrea, gripe, heridas abiertas, herpes simple, herpes zoster, inflamación de la vejiga, lepra, lupus, malaria, meningitis, mononucleosis, neumonía, neurastenia, parásitos en la sangre, pie de atleta, piorrea, pleuritis, problemas de tiroides, problemas debidos a infecciones por estreptococos y estafilococos, prostatitis, prurito anal, psoriasis, pulmonía (viral, fúngica o bacteriana), quemaduras, queratitis, resfriado común, reumatismo, rinitis, seborrea, septicemia, sida, sífilis, sinusitis, tiña, tos, toxemia, tuberculosis, etc.