7 Beneficios de la meditación para tu mente y tu cuerpo.
Si eres de aquellas personas que piensa que no sabe meditar, o que crees que es imposible parar tu mente, deberías seguir leyendo. Existen muchas ideas equivocadas sobre lo que es la meditación, ideas que limitan a las personas y hacen que no sigan practicando creyendo que no lo hacen bien. Por eso en este artículo te vamos a explicar qué es, cómo practicarla y los beneficios que la meditación tiene para ti . También te enseñaremos algunas formas fáciles de meditar.
¿Qué es meditar?
La meditación consiste en desidentificarse de los pensamientos que ocurren en tu mente, dejando que ocurran, pero llevando tu atención a otros lugares: un objeto, una luz de una vela, tu respiración, tu cuerpo… Para conseguir un estado de relajación y conexión con tu paz interior. La meditación se ha extendido en la cultura occidental durante los últimos años debido al alto nivel de aceleración y “stress” que sufrimos en nuestra vida cotidiana, y todos los beneficios que la meditación han demostrado tener según la ciencia.
Desidentificarse de los pensamientos
Existe la idea equivocada de que la meditación consiste en “poner la mente en blanco”, en “no pensar”, pero nada más lejos de la realidad. La mente, como el corazón, no se puede parar. Los pensamientos ocurren en todo momento, igual que el latido del corazón. Esta es una de las primeras ideas que provocan que la gente no practique la meditación: piensas que como no puedes parar de pensar, no puedes meditar.
Pero meditar consiste, simplemente, en ser consciente de que “eres” más allá de tus pensamientos. Que no existe ni el pasado, ni el futuro; solamente existe el momento presente.
Cuando los pensamientos ocurren, solemos “tirar” de ellos, entonces nos enganchamos a estas ideas. Los pensamientos son materia de nuestra mente, a la que nos aferramos para dejar el momento presente. Durante la práctica de la meditación podemos darnos cuenta de ese suceso, y poner atención en no identificarnos con esos pensamientos.
Las ideas que surgen en nuestra mente pueden llevarnos al pasado, o al futuro, pero todas ellas nos alejan del momento presente. La meditación nos ayuda a darnos cuenta de que existimos más allá de todo lo que ocurre en nuestra mente, porque en realidad, solo existimos en el momento presente.
Meditar es muy fácil
Otra de las ideas que hacen que las personas abandonen la práctica meditativa es creer que es muy difícil, que ocupa demasiado tiempo, o que no lo hacen bien. Pues bien, os diré que la meditación es muy fácil, que no te lleva más de un minuto, y que siempre causa efectos beneficiosos en ti. Desde el minuto cero.
Empieza por meditar durante 1 minuto, es muy sencillo: busca un lugar tranquilo, sea donde sea (en el trabajo, en casa, en un parque…), siéntate en una postura cómoda con la espalda recta y las cervicales neutras, lleva la atención a tu respiración. Siente como el aire entra frío por tus fosas nasales, y cómo es calentado por tu cuerpo poco a poco. Siente cómo llena tus pulmones, oxigenando tu sangre. ¿Lo estás haciendo? Ahora, pon atención a la forma en la que expulsas ese aire: hazlo sin esfuerzo y muy poco a poco. Siente cómo acaricia tu boca mientras sale, caliente y húmedo, y cómo tu cuerpo se vacía y se relaja.
¿Ves lo fácil que es? ¡Estás meditando!
Y además ya estás sintiendo los beneficios de la meditación. ¿Lo notas? Puedes proponerte ir aumentando progresivamente el tiempo. Empieza haciendo todos los días un minuto durante una semana, para aumentar a 2 ó 3 la siguiente, después 4 ó 5 y así sucesivamente, hasta conseguir dedicarle media hora a tu práctica. Verás cómo poco a poco no te cuesta ningún esfuerzo, y notarás los beneficios de meditar. No te preocupes si te aparecen pensamientos y te llevan; pon atención, y vuelve a tu respiración. El primer paso para meditar es aceptar que todo está bien, no pienses que lo estás haciendo mal.
Tipos de meditación
Existen muchos tipos de meditación, y todos son muy efectivos. Puede que alguno de ellos te guste más y otro menos, por lo que te animo a practicar el que más te apetezca y con el que notes más conexión. Aquí te dejo algunos de los más conocidos y practicados:
Meditación con mantras
Los mantras son frases que pronunciadas repetidas veces, crean una vibración en tu organismo para ayudarte a entrar en estados de profunda relajación. Hay un montón de mantras que puedes encontrar en internet, elige el que más te guste de esta lista y vibra con él. Para hacer una meditación con mantras, siéntate en una postura cómoda, dale al play y suelta la voz. Da igual que no sepas cantar o que lo hagas mal. Presta atención a la vibración de tus cuerdas vocales, y a las sensaciones que se despiertan en ti. Esta es una forma de meditación muy sencilla y muy relajante.
Meditación Metta o del Amor benevolente
Esta meditación tiene su origen en la tradición budista, principalmente el budismo tibetano. Consiste en revivir situaciones en las que hayamos sentido mucho amor y felicidad, y así volver a sentir ese bienestar. ¿Conoces la sensación de estar en paz y en calma? Entonces pon esa sensación y a ti mismo en el centro del corazón y desde ahí envuélvete en esa felicidad. Esta forma de meditación ha demostrado ser particularmente útil para impulsar la empatía, la positividad, la aceptación y la compasión hacia uno mismo y los demás. Cualquier persona con baja autoestima, altos niveles de autocrítica y un deseo de ser más empático con los demás puede beneficiarse de esta práctica.
Meditación de la vela
Este tipo de meditación consiste en poner la atención sobre un objeto, en este caso la llama de una vela. Busca un lugar tranquilo y oscuro, coloca la vela en una mesa en el centro de la habitación, de tal forma que la llama quede a la altura de tus ojos para mantener tus cervicales en una posición neutra. Fija la atención de tu mirada en esa llama, en su contoneo, en su luz. Enfócate totalmente en esa llama. Cuando lleves un rato observándola, cierra los ojos. Observa cómo puedes ver todavía la forma del fuego, aún teniendo los ojos cerrados, y sigue con la atención en esa luz. Cuando haya desaparecido, vuelve a abrir los ojos y repite la operación. Ya hablamos de este tipo de meditación en artículos anteriores de este blog, pincha aquí para saber más.
Escáner corporal
Esta es una técnica muy efectiva y sencilla. Consiste en hacer un barrido por diferentes partes de nuestro cuerpo, sintiendo amor por cada una de ellas. Se trata de sentir el momento presente, poniendo la atención en nuestro cuerpo, sin mover un solo músculo. Puedes practicar esta técnica tumbado en la cama, antes de dormir. Te ayudará a conciliar el sueño si tienes problemas para ello. Puedes empezar a realizar esta práctica ayudándote del audio que te dejamos a continuación, o puedes grabar uno con tu propia voz.
Meditación guiada
Es un método muy bueno para iniciarse en la meditación, ya que tendrás indicaciones de cómo proceder en cada momento. Hay meditaciones guiadas de todas clases, que puedes encontrar de forma gratuita en internet. Aquí tienes una meditación guiada, por si quieres empezar ya mismo:
Beneficios de la meditación
La práctica meditativa ha sido ampliamente estudiada por científicos de todo el mundo, que han demostrado los efectos beneficiosos sobre nuestro cerebro y por ende, sobre el resto del organismo. La meditación modula nuestras ondas cerebrales y mejora las conexiones neuronales. Aquí te dejamos algunos de los beneficios de la meditación sobre tu cuerpo y mente:
- Te ayuda a relajarte
- Regula la tensión arterial
- Rejuvenece tu cerebro
- Reduce la inflamación
- Aumenta tu nivel de felicidad
- Mejora las conexiones neuronales
- Enfoca tu mente y te hace más productivo
En definitiva, la meditación es algo muy sencillo, pero que requiere de mucha práctica y constancia. Dedica un tiempo a ti, a estar tranquil@ y en paz. Es como hacer deporte para tu mente y, así, entrenar el músculo de la felicidad. Si quieres aprender más sobre la meditación, puedes venir a uno de nuestros retiros, donde practicamos toda clase de meditaciones para que conectes con tu esencia de amor y tranquilidad y para que estés a gusto en este momento presente.
Autor: Hugo Bermúdez