Pedro Cavadas, un médico que inspira

Pedro Cavadas, es el doctor milagro responsable de llevar a cabo el primer transplante de cara en España y el octavo en todo el mundo en el Hospital La Fe en Valencia, no es un trabajador más, como a él le gusta definirse. No puede ser normal quien tiene en su haber diagnósticos imposibles, intervenciones a vida o muerte y soluciones innovadoras, como cuando logró reimplantar el brazo amputado a un hombre de 63 años tras mantenerlo nueve días unido a las arterias de una de sus piernas. Su estilo étnico y desenfadado también resulta poco convencional. El médico valenciano asegura que no le gusta vestirse con bata, traje o cualquier prenda que se parezca a «un disfraz de médico».

Pese a sus éxitos, el médico valenciano no se ha dado ningún baño de vanidad. Al contrario, pues ha evolucionado desde el lujo y la ostentación a la humildad y el altruismo. El punto de inflexión fue su descubrimiento de África. Se plantó en Kenia para tantear el terreno, atender a algunos de sus habitantes y volverse a casa sin ser del todo consciente de la cantidad de problemas que había en esos países, según reconoció en una entrevista.

De ese viaje volvió otro Pedro Cavadas. Uno más consciente y comprometido. La muerte de uno de sus hermanos en un accidente de tráfico fue la desgracia que terminó de «abrirle los ojos» y le ayudó a ver más allá de sus cuentas bancarias. «Nadie ha pagado una entrada más cara por nacer en el hemisferio Norte», ha dicho alguna vez el doctor.

A raíz de estos acontecimientos fue incapaz de volver a conducir su Porsche, ni ninguno de sus otros vehículos de coleccionista. Tanto él como el resto de su familia vendieron sus coches de lujo y se metieron de lleno en un proyecto de ayuda para África. De ahí nació la fundación Pedro Cavadas , que se nutre económicamente en un 99 % de las operaciones privadas del doctor y del estudio de los arquitectos Virginia y Eduardo Cavadas; tan sólo el uno por ciento restante corresponde a donativos.

A pesar de que para Cavadas, licenciado en Medicina en 1989, los reconocimientos son un «masaje de vanidad», en este caso se convierten en algo positivo, pues es lo que le permite no sólo desplegar misiones quirúrgicas en África, sino también traer grupos de niños enfermos aquí. Los opera y los mete en su propia casa para seguir su recuperación. Monta verdaderos hospitales de campaña en su propia vivienda, pues ha llegado a tener hasta 10 niños a la vez con sus respectivos familiares. Parece ser que su felicidad está en la de reconstruir por fuera (y por dentro) la vida de los demás. Eso y la satisfacción de tener dos niñas pequeñas de China que le llenan la vida de «dibujos y preguntas».

Su última hazaña ha sido el primer transplante facial español, y el primero en el mundo de mandíbula y lengua, en el que se ha desgañitado por proteger la identidad de su paciente y del donante. Él se mantiene en su intento de ser normal, lo que precisamente le convierte en una rara avis.

Ser el primero en realizar un trasplante de cara en España da prestigio

Esto no es una carrera. En todo caso, es una carrera entre comunidades autónomas de signos políticos distintos. La medicina es procurar mejorar la calidad de vida de una persona. Y eso no tiene nada que ver con carreritas, a ver quién mea más lejos. La vanidad profesional es un motor muy peligroso. Es como la fisión nuclear. Bien controladita, genera electricidad; pero si fallan los mecanismos de control, catástrofe.

 

O sea, no sólo opera en África gratis, sino que además pone usted el dinero

Toda la gente se gasta el dinero en lo que más le gusta, en lo que le hace ilusión. Y a mí este proyecto me hace mucha ilusión.

 

«Nadie ha pagado una entrada más cara por nacer en el hemisferio Norte»

En las zonas duras del planeta, la gente no está de malhumor todo el día. Al revés, lo pasan mal, pero los ratitos en que no lo pasan mal están alegres. Bailan, cantan. ¿Cómo es esto posible? En Occidente lo tenemos casi todo, o eso nos hacen creer, y estamos de mala leche todo el tiempo.

 

Es la cirugía de las sociedades saciadas. Cuando alguien está saciado, tiene más comida de la que puede comer, más música de la que puede oír, más placer del que puede experimentar, entonces se empieza a preocupar por la puntita de la nariz o el michelín. Cuando la gente tiene vidas duras, y la mayoría de la humanidad las tiene, no se preocupa de eso. Y no es tan infeliz. AL REVÉS

Publicaciones Similares

  • 10 maneras de mejorar tu inteligencia emocional

    10 maneras de mejorar tu inteligencia emocional. 1) No huyas de tus sentimientos. Si los sentimientos son incómodos no huyas de ellos. Párate por lo menos una vez al día a reflexionar y preguntar: “¿Cómo me siento?” 2) No juzgues ni edites tus sentimientos con demasiada rapidez. Trata de no castigar tus sentimientos antes de tener la oportunidad de pensar en ellos. Hay algunas emociones negativas que pueden ayudarnos a crecer si sabemos manejarlas. Debemos analizarlas como si fuéramos un observador externo, con curiosidad, preguntándonos por qué están ahí, qué daño nos hacen, qué es lo bueno que podemos extraer de ellas. 3) Encontrar las conexiones entre tus sentimientos. Cuando surja…

  • Las cinco heridas que te impiden ser tu mismo

    Venimos a aprender a aceptar y amar incondicionalmente partes de nosotros que hasta ahora han vivido ignoradas y con miedo. Somos atraídos hacia padres con heridas como las nuestras para recordarnos qué hemos venido a amar. Aprender a aceptar nuestras heridas es aprender a ser responsables y a amarnos incondicionalmente, y esa es la llave para la transformación y la sanación del alma. ¿Te has dado cuenta que cuando acusas a alguien de algo, esa persona te acusa a ti de lo mismo?  Verifícalo con la otra persona, y aparte de sorprenderte, verás cómo te liberas de juicios. No aceptar nuestra herida, sentirnos culpables, con vergüenza o juzgarnos, es atraer…

  • |

    Cómo hacer jabón y suavizante para la lavadora

    Con estas dos recetas tendrás la ropa perfectamente limpia, de una forma barata y respetuosa con el medio ambiente. ¡Además es divertido hacerlo! Jabón para la lavadora Ingredientes:  3 litros de agua 40 gr. de jabón de marsella (o Lagarto, o uno hecho en casa con jabón y sosa). Es importante que no tenga glicerina, porque la ropa quedaría con manchas blancas. 3 cucharadas soperas de bicarbonato sódico. Instrucciones: Rallamos los 40 gr. de jabón Ponemos a calentar los tres litros de agua. El bicarbonato lo ponemos en otro recipiente y cuando el agua esté tibia le echamos dos tazas para disolverlo bien. Cuando el agua esté bien caliente le…

  • Contacto con animales y felicidad

    Las endorfinas son conocidas como la hormona de la felicidad Las endorfinas son unas sustancias (Péptidos opioides endógenos) que produce nuestro cuerpo, de forma natural, para conseguir atenuar el dolor y/o producir una sensación de bienestar. Es por eso que las endorfinas son conocidas también como hormonas de la felicidad. Las endorfinas son sustancias naturales segregadas por el cerebro que tienen la propiedad de hacer que nos sintamos bien. Estas actúan como los opiáceos proporcionando una sensación de bienestar y euforia. Los nervios de la piel pueden liberar endorfinas, por eso los masajes suaves, las caricias, una ducha caliente o tomar el sol te ayudan a sentirte mejor, así como los abrazos,…

  • ¿Por qué cura el Clown?

    Para entender lo que trabajamos en el clown podemos decir que es la búsqueda de un personaje que nace de nosotros mismos. Donde co-existen tres elementos: El yo no-cotidiano (el yo íntimo y sincero que no tiene miedo al ridículo y ni al rechazo social), el yo que esta relacionado con el juego de nuestro niño interior, y por último, la técnica teatral de actuación, que, o se tiene o se va aprendiendo. Las cualidades del clown son su ternura, su ingenuidad, su fragilidad, su vulnerabilidad, su humanidad. No hay clown sin esta base. Para ello debemos dejar de lado nuestro yo-adulto, nuestra mascara social, nuestra mente racionalista. Aprendiendo el sentido del ridículo nos convertimos en adultos. Valoramos mas “el…

  • Manifiesto por las mujeres reales

    Somos mujeres reales y nos gusta, por eso nos unimos a este manifiesto. Porque no existe un único modelo de mujer. Todas somos, por suerte, diferentes. Porque la belleza real tiene mil caras. Porque no importa que vistamos una 38, una 40 o una 44… ¡Lo que importa es que sepamos dar la talla! Porque si la arruga es bella en la ropa, ¿por qué no en la piel? Porque nos valoramos por lo que somos y lo que hacemos. Y hacemos mucho como amas de casa, médicas, estudiantes o ministras. Porque nos gusta la moda y lo que más se lleva es ser una misma. Queremos disfrutar y ser felices como somos. Si…