El Arte de Vivir, José Luis Sampedro

El arte de vivir. No el arte de hacer cosas, el arte de vivir… Se puede vivir sin hacer muchas cosas, y se puede hacer muchas cosas sin saber vivir. La mayoría de la gente que ahora uno ve por la calle sabe hacer muchas cosas, se mueve todo el día, está agitada todo el día, y no sabe vivir.

Hoy, en gran parte, el hombre de una ciudad civilizada y urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas, porque cuando tiene que ocuparse del coche, de la lavadora, de lo otro y de lo de más allá, se pasa el día alimentando cosas y sosteniendo cosas, cuando sencillamente podría vivir mejor. Porque lo que no está claro son los fines. ¿Cuáles son los fines de la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿para qué estamos vivos?

Estamos vivos para vivir, para hacernos, para realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar, porque así tendrá todo lo que pueda recibir. Pero para que esto empiece hace falta libertad. Y para tener libertad, no libertad de expresión, lo que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera.

El poder se asegura de que no tengamos libertad de pensamiento, para eso nos educa, para que pensemos lo que él quiere que pensemos. Y entonces, cuando consigue que nosotros pensemos lo que él quiere que pensemos, y eso lo consigue en la infancia, cuando enseña la doctrina, cuando enseña los principios; lo consigue en la sociedad con el ambiente general, con los principios, la publicidad, el mercado, etc.

Cuando consigue que la gente piense lo que el poder quiere que piense, resulta que, si no tenemos libertad de pensamiento, no tenemos libertad de expresión, y no nos educan para tener libertad de pensamiento. Y cuando tengamos eso, podremos pensar en los fines de la vida, porque los fines de la vida no son aumentar en dinero y en gasto y en diversión, no es eso. Es ganar en satisfacción personal, ser más lo que uno es.

El tiempo no es oro, el tiempo es vida.

José Luis Sampedro

Publicaciones Similares

  • El propósito del alma… dar sin esperar nada a cambio.

    La primera vez que leí esto, me emocionó muchísimo, y aún lo sigue haciendo. María Lucía es un ejemplo de actitud ante la vida, del que la mayoría tenemos muchísimo que aprender: «María Lucía no podía mover los brazos ni las piernas, casi no podía hablar y estaba confinada en una silla de ruedas debido a una enfermedad progresiva que iba limitando sus capacidades físicas. Esta chica, que para el común de la gente no podía hacer nada, quiso encontrar un propósito en su vida para dejar un mundo mejor. Ella había aprendido que un verdadero propósito, el del alma, tiene que ver con una acción desinteresada, con dar algo…

  • Sobre la existencia de Dios

    Buda estaba reunido una mañana sus discípulos cuando se les acercó un hombre. —¿Existe Dios? —preguntó. —Sí —respondió Buda. Después de comer, se acercó otro hombre. —¿Existe Dios? —quiso saber. —No, no existe —dijo Buda. Al final de la tarde, un tercer hombre hizo la misma pregunta. —¿Existe Dios? — —Tendrás que decidirlo tú mismo —respondió Buda. —Maestro, ¡qué absurdo! —dijo uno de sus discípulos—. ¿Cómo puedes dar respuestas diferentes a la misma pregunta? —Porque son personas diferentes —respondió el Iluminado—. Y cada una de ellas se acercará a Dios a su manera: A través de la certeza, de la negación o de la duda.

  • El Sonido del Silencio – cuento Sufi

    Un día, mientras permanecía inmóvil como siempre en el mismo sitio, un maestro vio aparecer en el horizonte una especie de bola de polvo. Aquella bola se hizo más y más grande y el sheik pronto reconoció a un hombre que se le acercaba corriendo y levantaba una enorme polvareda. El hombre, que era joven, llegó hasta el maestro y se postró ante él. – ¿Qué quieres? El joven le contestó: – Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas. – Como quieras – le dijo el maestro. El santo hombre no varió su postura lo más mínimo. No cogió ningún instrumento, no hizo nada. El…

  • 12 pasos para simplificar tu vida

    Si no estás preparado para el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración. Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas, que necesitas; pero si estás completamente ocupado, te perderás de estos regalos que pueden transformar tu vida. 1. Ordena tu vida. Sentirás una gran oleada de inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no son útiles en tu vida: Regala las cosas que llevas uno o dos años sin utilizar. Regala esos archivadores viejos que ocupan espacio y que casi nunca utilizas. Dona juguetes, herramientas, libros, bicicletas y platos que no utilices a instituciones de caridad. Elimina todo…

  • La meditación según Amma

    Cuando estaba en la India en el ashram de Amma, la del abrazo maternal, escuché una maravillosa historia que aporta una nueva perspectiva a la meditación. Uno de sus swami estaba dando una charla. Un swami es aquel que ha hecho votos de pobreza, castidad y obediencia y está al servicio de su maestro. Este swami  en particular era terriblemente guapo, con chispeantes ojos pardos, una voz muy melodiosa y una risa contagiosa. Una de sus tareas era dirigir la meditación nocturna del templo. Con su voz profunda recitaba tres cantos de Ma Ohm. Lo hacía con gran reverencia y se podía escuchar volar una mosca entre los miles de…