saquitos aromáticos

Cómo preparar saquitos aromáticos

saquitos aromáticos

El mundo de los aromas es una realidad química. Hazla tuya preparando saquitos aromáticos. El olfato humano, aunque no es de los más afinados entre los mamíferos, puede distinguir hasta 10.000 olores diferentes. La nariz es un órgano que nos ayuda a sobrevivir. Los olores informan directamente al sistema límbico, una de las regiones más ancestrales del cerebro, responsable de la generación de las emociones y de la secreción de hormonas. En consecuencia, conocemos racionalmente muy poco de los olores, pero sabemos que nos afectan profundamente.

Desde la antigüedad se conocen las propiedades saludables de las plantas aromáticas. Para aprovechar todos sus beneficios y disfrutar de su olor, podemos elaborar nosotros mismos pequeños saquitos de lino o algodón rellenos de plantas aromáticas, que colocaremos bajo la almohada, en el armario de la ropa o incluso en el agua de la bañera. Cuando, pasado el tiempo, su efecto y olor empiezan a desaparecer, basta con renovar la mezcla para seguir disfrutando de sus propiedades.

Usos comunes

Estos saquitos caseros son un excelente compañero de sueños tanto para niños como para adultos. Además, pueden servir para tratar trastornos leves, molestias crónicas o simplemente para aromatizar las estancias.

También podemos aprovechar las propiedades de las plantas en nuestra bañera. Solo tenemos que dejar que el agua caliente fluya a través del saquito, llevando los principios activos a la piel y al aire que se respira. Otra forma de aplicación es la que hizo famoso al padre Kneipp: se trata del saquito de flores de heno que se coloca húmedo y caliente sobre una zona afectada por dolores y que resulta muy eficaz en caso de molestias reumáticas, como la artrosis o las tendinitis.

Finalmente, una de las formas de uso más comunes de los saquitos aromáticos es la de colgarlos en el armario de la ropa para impregnarla de un olor característico, sutil y agradable.

Confección

Aparte de la posibilidad de rellenar saquitos o bolsas de tela que compremos ya confeccionadas, podemos optar por una fórmula más original. Consiste en tomar una funda de cojín de aproximadamente 15 por 15 cm o de 15 por 30 cm. Si se sabe coser, se pueden confeccionar formas divertidas, como estrellas, lunas u ositos para los más pequeños. Rellenamos la funda con las plantas aromáticas que más nos gusten y la cerramos. Lo más práctico es hacerlo con un velcro, para que las operaciones de rellenado y sustitución sean sencillas.

La funda puede ser de una tela natural, como por ejemplo lino, algodón, seda o cáñamo. Es importante que no sea demasiado gruesa, para que el aroma pueda salir del interior. Tampoco debe ser excesivamente fina, ya que las plantas secas pueden desprender polvo y provocar problemas respiratorios si se llegan a inspirar.

Asimismo se pueden añadir las plantas secas y troceadas a cojines o almohadas para dormir ya confeccionadas con espelta u otras semillas, pero hay que vigilar que sean siempre de cultivo ecológico.

Como término medio, un cojín aromático dura entre seis y doce meses antes de que se deba renovar su contenido. Si se utiliza en la bañera, se puede emplear diez veces antes de volver a rellenarlo.

Podemos aprovechar las propiedades saludables de las plantas aromáticas preparando saquitos aromáticos de lino o algodón para colocar bajo la almohada, en el armario de la ropa o incluso en el agua de la bañera.

Entre uso y uso, se debe secar bien. Es bueno colocar los cojines de vez en cuando al sol para que se puedan activar nuevamente los ingredientes de las plantas aromáticas.

Tres rellenos básicos

Flores de heno. Consiste en una mezcla de partes de flores, semillas, pequeñas hojas y tallos de diferentes plantas de los prados. Se emplea para eliminar el dolor, calmar y relajar la musculatura y favorecer la circulación. También aumenta la inmunidad y ayuda a combatir resfriados, fiebre y enfermedades reumáticas. Lo mejor es calentarlo sobre vapor de agua y luego colocarlo sobre la zona dolorida. Se usa de una a dos veces al día y se deja colocado, tapado con una toalla entre 40 y 50 minutos. Por motivos higiénicos, se recomienda usar el saco solo una vez.

Lavanda. Tiene un efecto antiséptico y tranquilizante (popularmente se dice que elimina los malos pensamientos). Se emplea para eliminar el dolor, los calambres y en los resfriados. También ayuda a ahuyentar a los insectos. En el baño, se emplea para la gota, la ciática, el reuma y los dolores neurales. En cualquier caso, ofrece la posibilidad de disfrutar de un aroma delicioso.

Tomillo. El aceite esencial es antibacteriano, desinfectante y antiinflamatorio. Es un remedio en caso de calambres y gases, estreñimiento, gastritis e inapetencia, pero su mayor virtud es su efecto sobre el sistema respiratorio. Por ello, resulta de gran ayuda durante las horas de sueño, para ablandar la tos y acelerar la curación de gripes y resfriados.

Seis indicaciones

Eneldo para niños inquietos. La infusión de semillas de eneldo se emplea como remedio para dormir a los niños. Las semillas deben machacarse un poco y se mezclan con flores de lavanda, naranja y manzanilla.

Manzanilla calmante. La manzanilla se emplea en los resfriados, los dolores de barriga y el insomnio de la dentición. Se rellena solamente con flores de manzanilla. En el caso de dolores de barriga e hinchazón, se puede calentar el cojín entre dos bolsas de agua caliente y luego ponerlo sobre la barriguita dolorida.

Para dormir. Los estudiantes pueden rellenar el cojín con lúpulo, mejorana, hojas de melisa, meliloto, cuajaleche, flores de lavanda y rosa. Se recomienda una funda de almohada azul o lila claro (en la medicina tibetana se considera que el color violeta claro ayuda a que el sueño sea más profundo).

Para eliminar la confusión. Los olores cítricos traen claridad al alma. Un cojín relleno de hojas de melisa, verbena y tomillo limón, junto con cáscara secada y triturada de naranja amarga o cáscara de limón y meliloto puede convertirse en un bálsamo para el espíritu.

Contra el dolor de cabeza. El cojín relleno de menta ayuda a combatir los dolores de cabeza ocasionales o la presión que aparece con los cambios de tiempo.

Afrodisiaco. El cojín debe ser de color rosa oscuro y estar relleno de rosas, hojas de cardamomo, pequeños trozos de canela machacada, trocitos de jengibre seco y granos de pimienta algo triturados. Conviene sacarlo de la cama antes de dormirse.

 

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