Cielo e infierno

samurai

Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro Zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno.

Pero el monje respondió con desdén:
«No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!».

Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
– Podría matarte por tu impertinencia.- «Eso -repuso el monje con calma- es el infierno».

Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.

– «Y eso -añadió el monje- es el cielo».

Publicaciones Similares

  • Enseñanzas de una estación de metro

    El siguiente vídeo muestra lo que sucede en una cierta estación de subterráneo en la que una de sus escaleras tiene un escalón cuya altura es un poquito mayor que la del resto.   ¿La gente tropieza porque la escalera tiene un defecto? Puede ser… Pero también puede ser que la gente que sube lo hace de manera mecánica, sin prestar atención a lo que estás haciendo. Suben mientras van pensando en otras cosas, quizá recordando algo que pasó, o preocupados por algo que podría pasar en un futuro incierto. Usa este vídeo para reflexionar… ¿Cuántas veces actúas de forma rutinaria, con la cabeza en otra cosa? Al hacerlo te escapas del…

  • El valor del violín

    «Las cosas no valen sino lo que se las hace valer» El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró.¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó. ¿Quién hará la primera oferta? ¡Un dólar, un dólar! entonces… ¡Dos! ¿Sólo dos? ¡Dos dólares! ¿Hay alguien que dé tres? ¡Tres! ¡Tres dólares! … a la una, tres dólares…a las dos… Ya se iba a vender el violín por tres dólares, pero en ese momento un hombre canoso se puso de pie, se acercó hasta donde el subastador y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó…

  • Leche de coco casera

    ¿Quieres hacer una deliciosa leche de coco en casa? ¡Es facilísimo! Ingredientes 1 taza de coco rallado y deshidratado Agua para conseguir 5 tazas de leche de coco Elaboración Moler el coco en un molinillo de café, hasta que quede muy fino (este paso es opcional, para conseguir una leche mucho más cremosa) Echar una taza de agua y batir a la velocidad más alta que tenga la batidora durante un minuto. Añadir el resto del agua. Y batir intensamente durante 3 minutos. Conservar en la nevera. Usos de la leche de coco: En cualquier receta, como sustituto de la leche de vaca. En batidos Sola, endulzada con un poco…

  • El elefante de circo

    Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era…

  • Sobre la existencia de Dios

    Buda estaba reunido una mañana sus discípulos cuando se les acercó un hombre. —¿Existe Dios? —preguntó. —Sí —respondió Buda. Después de comer, se acercó otro hombre. —¿Existe Dios? —quiso saber. —No, no existe —dijo Buda. Al final de la tarde, un tercer hombre hizo la misma pregunta. —¿Existe Dios? — —Tendrás que decidirlo tú mismo —respondió Buda. —Maestro, ¡qué absurdo! —dijo uno de sus discípulos—. ¿Cómo puedes dar respuestas diferentes a la misma pregunta? —Porque son personas diferentes —respondió el Iluminado—. Y cada una de ellas se acercará a Dios a su manera: A través de la certeza, de la negación o de la duda.