El árbol confundido

Este cuento es para reflexionar sobre la importancia de conocerse y valorarse a uno mismo, para desde ahí alcanzar todo nuestro potencial, sin amargarnos comparándonos con otros.

Y tú ¿sabes quien eres o te sientes confundido al igual que el roble?

Publicaciones Similares

  • Las Llaves de la Felicidad

    En una oscura y oculta dimensión del Universo se encontraban reunidos todos los grandes dioses de la antigüedad dispuestos a gastarle una gran broma al ser humano. En realidad, era la broma más importante de la vida sobre la Tierra. Para llevar a cabo la gran broma, antes que nada, determinaron cuál sería el lugar que a los seres humanos les costaría más llegar. Una vez averiguado, depositarían allí las llaves de la felicidad. – Las esconderemos en las profundidades de los océanos -decía uno de ellos-. – Ni hablar -advirtió otro-. El ser humano avanzará en sus ingenios científicos y será capaz de encontrarlas sin problema. – Podríamos esconderlas en…

  • Crecer en la adversidad: haz de los reveses un trampolín

    La Resiliencia es una cualidad que nos hace ir más allá de la propia resistencia, más allá de los límites que teníamos consolidados en nuestras vidas, obligándonos a atravesarlos y adentrarnos en nuevas dimensiones respecto a nuestras capacidades. Resilientes son aquellas personas que tras vivir experiencias extremas, traumáticas o profundamente duras las superan sobreviviendo a ellas y fortaleciéndose; ampliando sus propios límites y adquiriendo más y mejores recursos de resolución y adaptación. La capacidad de Resiliencia depende fundamentalmente de la persona y no de las circunstancias en sí. Y como tal se puede desarrollar con trabajo, ya que no todas las personas están dotadas de ella. Existen personas más, o…

  • La leyenda de la serpiente y la luciernaga

    Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido con miedo a la feroz depredadora y la serpiente no parecía desistir. Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada… En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente: -¿Puedo hacerte tres preguntas? -No acostumbro dar ese privilegio a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar. Dijo la serpiente. -¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? -No. Contestó la serpiente. -¿Yo te hice algún mal? Preguntó la luciérnaga. -No. Volvió a responder. -Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo? –¡Porque no soporto verte brillar!  Cada…

  • Llegar a la paz

    – Interlocutor: No ansío más conocimiento, todo lo que deseo es paz. – Maharaj: Puedes lograr toda la paz que quieras si la pides. – Interlocutor: La estoy pidiendo. – Maharaj: Debes pedirla con un corazón no dividido y vivir una vida integral y coherente. – Interlocutor: ¿ Cómo? – Maharaj: Apártate de todo lo que desasosiega tu mente. Renuncia a todo lo que perturbe tu paz. Si quieres paz has de merecerla.– Interlocutor: Todo el mundo merece la paz. – Maharaj: Se la merecen sólo aquellos que no la perturban.

  • Sequoias o Secuoyas: Los árboles más magníficos del mundo

    Mucha gente coincidirá al pensar que este árbol debe estar en este listado especial por la majestuosidad de caracteriza a esta curiosa especie. Se trata de la especie arbórea más grande de la Tierra y crece solo en determinados lugares del mundo, en Estados Unidos concretamente, en Sierra Nevada y California. Sin lugar a dudas podría decirse que estos maravillosos árboles deben estar en el top ten de los árboles más magníficos del mundo. Las sequoias son gigantes y su nombre científico es Sequoiadendron gigante-um. Pueden llegar a alcanzar alturas de entre 50 y 80 metros y son muy longevos… ¡Llegan a vivir hasta los 3.000 años! Verlos en vivo…

  • El Sonido del Silencio – cuento Sufi

    Un día, mientras permanecía inmóvil como siempre en el mismo sitio, un maestro vio aparecer en el horizonte una especie de bola de polvo. Aquella bola se hizo más y más grande y el sheik pronto reconoció a un hombre que se le acercaba corriendo y levantaba una enorme polvareda. El hombre, que era joven, llegó hasta el maestro y se postró ante él. – ¿Qué quieres? El joven le contestó: – Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas. – Como quieras – le dijo el maestro. El santo hombre no varió su postura lo más mínimo. No cogió ningún instrumento, no hizo nada. El…