El árbol confundido

Este cuento es para reflexionar sobre la importancia de conocerse y valorarse a uno mismo, para desde ahí alcanzar todo nuestro potencial, sin amargarnos comparándonos con otros.

Y tú ¿sabes quien eres o te sientes confundido al igual que el roble?

Publicaciones Similares

  • Fábula del colibrí

    Aquel día hubo un gran incendio en la selva. Todos los animales huían despavoridos. En mitad de la confusión, un pequeño colibrí empezó a volar en dirección contraria a todos los demás. Los leones, las jirafas, los elefantes… todos miraban al colibrí asombrados, pensando qué demonios hacía yendo hacia el fuego. Hasta que uno de los animales, por fín, le preguntó: «¿Dónde vas? ¿Estás loco? Tenemos que huir del fuego». El colibrí le contestó: «En medio de la selva hay un lago, recojo un poco de agua con mi pico y ayudo a apagar el incendio». Asombrado, el otro animal sólo pudo decirle «Estás loco, no va a servir para…

  • Parábola Acerca de la Confianza en Uno/a Mismo/a

    Un día un sabio maestro recibió la visita de un joven que se dirigió a él para pedirle consejo: — Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar?¿Qué puedo hacer para que me valoren más? El maestro sin mirarlo, le dijo: — Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después… y haciendo una pausa agregó: — si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar. — E… encantado, maestro— titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas. —Bien— asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y al dárselo al muchacho, agregó: — Toma el caballo que…

  • Patatas asadas con setas

    Ingredientes (4 personas): 8 patatas medianas 10 setas shiitake 2 huevos 4 cucharadas de aceite Perejil picado Sal   Elaboración: 1: Pelar y cortar las patatas en rodajas finas y colocarlas en una fuente con un poco de aceite. 2: Cocinar al horno a temperatura media hasta que estén tiernas pero no muy cocidas. 3: Retirarlas del horno y realizar un puré utilizando un tenedor. 4: Añadir los huevos batidos, el perejil picado y condimentar con sal. 5: Con la mezcla anterior preparar hamburguesas y colocarlas a cocinar en una plancha o parrilla con una gota de aceite bien caliente hasta que estén doradas. 6: Asar también las setas shitake. 7:…

  • Enseñanza: El Vaso con Agua

    Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó: – ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo respondió: – «El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve.» Y continuó: «Las preocupaciones son como el…

  • Chips de zanahoria

    Una forma sana de disfrutar del aperitivo!   Ingredientes: Zanahorias Aceite Virgen Extra o de girasol. Sal Preparación: 1º Ponemos el horno a calentar a 250º 2º Seleccionamos las zanahorias más gruesas, las lavamos y pelamos con la ayuda de un pelador. 3º Las cortamos a rodajas muy muy finas de aproximadamente un 1mm con un pelador o un cuchillo. Las rodajas pueden ser alargadas o redondas. 4º Colocamos las rodajas en un recipiente donde le añadimos 2 cucharadas soperas de aceite de chufa Balensya y una pizca de sal y lo removemos todo bien asegurando que este todo removido. 5º Colocamos las rodajas en la bandeja del horno, tocándose…

  • |

    El Sabio y el Erudito

    Se trataba de un erudito muy pagado de sí mismo que siempre estaba haciendo gala de sus conocimientos de todo orden, menospreciando a aquellos que no eran tan cultos como él. Escuchó hablar de un sabio y acudió a visitarlo, pero no para interesarse por él o preguntarle algo sobre la ciencia espiritual, sino para jactarse de sus conocimientos. – No hay rama de la ciencia o de la filosofía que no haya estudiado e investigado -dijo-. Soy una biblioteca viviente. Mis conocimientos son incalculables. Entonces el sabio le miró directamente a los ojos y exclamó: – ¡Necio ignorante! El erudito se descompuso, arrebatado por la ira. Se lanzó contra…