Consejos para pasar una Navidad feliz en Familia

Los consejos de Anne Lucas, psicóloga, para prepararse para estos días con tus seres queridos (y a veces conflictivos)

Prepararse, anticipar, prever

Una invitación, por ejemplo, o una llamada telefónica para precisar los horarios, el desarrollo del día, la organización de los regalos y hasta el menú. De esta forma permitimos a los miembros de la familia invitados a la cena de Noche Buena o Navidad que se preparen y se organicen bien. Con frecuencia, el saber qué esperar permite anticipar mejor y evitar inseguridades o miedos, como el miedo a que todo pase demasiado rápido o que no suceda como había imaginado uno antes.

Ser consciente de las expectativas y las idealizaciones

Cuando la familia se reúne, resurgen en cada uno de nosotros recuerdos de alegría, pero también de heridas, faltas, remordimientos, celos. ¿Qué espero yo exactamente? ¿Seré capaz de formular una necesidad particular que pudiera tener? Idealizar este momento tan esperado podría entrañar decepciones. Seamos realistas: cuando se reúnen muchos no es necesariamente la mejor ocasión para vivir momentos de una relación íntima y relajada. Por otro lado, cuanto más numerosos, más difícil puede ser tener en cuenta las necesidades individuales.

Recordar lo esencial

Intentemos dejar a un lado nuestras decepciones personales, si las hubiera, para recordar la esencia cristiana de la fiesta de Navidad. ¿Nos reunimos para disfrutar de la compañía y dar apoyo al que esté en una mala racha o para hartarnos de comer y que nos den regalos? Pongamos en el centro de la celebración nuestras verdaderas prioridades vitales y transmitamos este mensaje a los niños: ¡estamos felices de poder ir a misa juntos, de compartir una comida y de disfrutar en familia!

Estar presente en lo que se vive

En efecto, hay que tomar consciencia plena de lo que se hace, como en la meditación. Prestar atención a los que nos rodean en los detalles más mínimos y poner a trabajar nuestros sentidos (el fuego que ilumina y que crepita en la chimenea, la decoración en la mesa, los sabores y los colores de los platos, los gestos y las risas de los más pequeños…); así se fomenta un entorno de alegría y gozo.

Y para que todo el mundo lo disfrute, intentemos simplificar la organización, no dudemos en ayudar o pedir ayuda para que nadie se frustre. ¡Hay que estar presente, que la Navidad pasa muy rápido!

Tener en cuenta los lenguajes de amor de los demás

Si mamá se agobia con la organización, le ofrezco mi ayuda; si mi hermana valora mucho los regalos, me esmero especialmente con el suyo. Cada uno con su propio lenguaje de amor, para uno estará en los momentos de calidad, para otros en el servicio, en las palabras de aprecio o en los gestos de ternura. Estemos atentos los unos con los otros. Hay que conocer bien, si no se conocen ya, los lenguajes del amor de nuestros seres queridos.

Iniciar un tiempo de intercambio

¿Qué puedo proponer (y no imponer) para pasar un buen rato con los demás? ¿Una canción, un juego, una oración, recuerdos en torno a un álbum de fotos? La Navidad no consiste en consumir, sino en, por encima de todo, recibir al otro. En una familia, todos los miembros son actores del ambiente y de la relación. Colaboremos con nuestra parte. ¿Cuál es mi parte? ¿Qué puedo ofrecer?

Aprovechar esta época con plenitud

La Navidad es la celebración de la venida de un Niño al mundo para salvarnos. Es algo excepcional en la sencillez, pero no desdeñemos la alegría de estar reunidos y demos lo mejor de nosotros para que todo fluya bien. Disfrutemos tirando los platos por la ventana si eso nos hace felices y maravillémonos con las pequeñas cosas, ¡es una fiesta!

Pero limitar los excesos

Evitemos los excesos de comida, de regalos o de la falta de sueño, que podrían terminar por estropear un momento de celebración. La decoración no es únicamente para los ojos, también lo es para el corazón.

Dar una tregua, una pausa, a las relaciones

¿Y si la Navidad fuera ante todo una ocasión para mirar al prójimo de forma diferente, a través de su propio prisma, y no como lo hacemos habitualmente? ¿Y si me atreviera a dedicar una mirada nueva a los miembros de mi familia, como si los conociera por primera vez, con actitud abierta en el encuentro? Con una buena disposición, recentrar el mensaje de la Navidad no debería ser más difícil que esto.

Dejar espacio para lo inesperado

En Navidad, María y José dieron la bienvenida a lo inesperado. ¡Jesús es a la vez el esperado y el inesperado! Él no deja de sorprendernos, así que dejemos también oportunidad para la sorpresa, abramos nuestro corazón al asombro (¿una buena noticia? ¿la nieve o el calor?), al cambio (¿de lugar? ¿de menú?), a la improvisación (¿un invitado sorpresa?).

¡Feliz Navidad!

 

Fuente: https://es.aleteia.org/2016/12/20/10-consejos-para-pasar-una-feliz-navidad-en-familia/

Publicaciones Similares

  • Mapas Mentales: una forma de ordenar tus pensamientos y emociones

    Los mapas mentales son una técnica creada por Tony Buzan, investigador en el campo de la inteligencia y presidente de la Brain Foundation. La importancia de los mapas mentales (y la gran difusión que han alcanzado en los últimos años) se debe a que son una expresión de un tipo de pensamiento: el pensamiento irradiante. Así, se considera que el mapa mental es una técnica gráfica que permite acceder al potencial del cerebro. Buzan afirma que cada mínima parte de la información que llega a nuestro cerebro (ya sea una sensación, recuerdo, emoción o pensamiento) se puede representar como una esfera central de donde irradian innumerables enlaces de información, por…

  • Samhain – Todos los Santos

    Samhain es la festividad de origen celta más importante. Se celebra desde hace más de 3.000 años por los pueblos celtas de toda Europa. Los antiguos pueblos celtas, llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar «el final de la cosecha», bautizada con la palabra gaélica de Samhain, que significa, el final del verano. Esta fiesta representaba el momento del año en el que los antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y sacrificaban animales. Se acababa el tiempo de las cosechas, y a partir de entonces, los días iban a ser más cortos y las noches más largas. Los celtas creían que en esta noche de Samhain, los espíritus…

  • ¿De vacaciones? Dale un descanso a tu mente

    Muchas veces tendemos a entender los periodos vacaciones como el momento de hacer cosas, de hacer muchas cosas: conocer nuevas lugares, recorrer ciudades, visitar museos, hacer diferentes actividades de ocio. Todas esas cosas están muy bien y son muy necesarias ya que nos permiten romper con la rutina, abrirnos a nuevos paradigmas y explorar nuevos lugares. Pero, ¿y nuestra mente? ¿Habéis pensado en que las vacaciones también pueden ser un buen momento para pensar en nuestra salud mental? Compartimos algunas ideas que te ayudarán a dar a tu mente un merecido descanso: Menos tecnologías. Vivimos en un mundo tecnológico e hiperconectado. Minimiza unos días la tecnología. No pasa nada si…

  • Nominados a los Liebster Awards

    Normalmente no pongo entradas personales, pero hoy me he encontrado con una noticia que me ha hecho mucha ilusión… y es que Rocío Moreno nos ha nominado a los “Liebster Awards”. Rocío hace las tardes de Kiss FM, con su programa «De Vuelta a Casa» (DVC)  y, además, escribe un blog  que se llama «Un buen día lo tiene cualquiera«. Tanto en la radio como en el blog y las redes sociales, Rocío es un chute de optimismo, buen rollo, alegría y vitalidad. Cosas que ahora más que nunca nos hacen mucha falta y ella desprende a raudales. ¡No os la podéis perder! Aquí podéis ver la entrada en la que nos…

  • Crecer en la adversidad: haz de los reveses un trampolín

    La Resiliencia es una cualidad que nos hace ir más allá de la propia resistencia, más allá de los límites que teníamos consolidados en nuestras vidas, obligándonos a atravesarlos y adentrarnos en nuevas dimensiones respecto a nuestras capacidades. Resilientes son aquellas personas que tras vivir experiencias extremas, traumáticas o profundamente duras las superan sobreviviendo a ellas y fortaleciéndose; ampliando sus propios límites y adquiriendo más y mejores recursos de resolución y adaptación. La capacidad de Resiliencia depende fundamentalmente de la persona y no de las circunstancias en sí. Y como tal se puede desarrollar con trabajo, ya que no todas las personas están dotadas de ella. Existen personas más, o…