Las dos vasijas
Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a ambos extremos de un palo. Una de ellas era nueva y reluciente, mientras que la otra era muy vieja. La vasija nueva era feliz porque hacía bien su trabajo. Su compañera, consciente de la situación, se sentía triste porque el agua se le escapaba a través de las grietas. Al cabo de un tiempo, la tinaja ajada por los años se sinceró con el aguador: «Estoy avergonzada porque, por mi culpa, sólo puedes entregar a tu amo la mitad de mi carga». El la miró compasivo y le pidió un favor: «Cuando regresemos a la casa…