Pasear conscientemente o mindfulness al caminar

Caminar es sin duda uno de los ejercicios físicos más saludables y que no requiere de ninguna otra herramienta que no sea tu propia voluntad.

Sabemos que un paseo diario te aporta numerosos beneficios, pero en la mayoría de ocasiones no lo realizamos poniendo plena atención, no siendo conscientes de las importantes virtudes que ello conlleva.

Cuando iniciamos una caminata solo pensamos dónde tenemos que ir o qué tenemos que hacer cuando estemos; vamos con prisas para llegar en el menor tiempo posible, pues seguidamente debemos encargarnos de otra tarea, o bien llevamos la cabeza llena de ideas y más ideas sobre a quién tenemos que llamar por teléfono o lo que tenemos que comprar de camino a casa.

Cuando hablamos del Mindfulness al caminar nos referimos a una meditación activa que puede hacerse paseando por casa, por la ciudad o por un lugar que nos resulte agradable como el bosque o una playa.

En la meditación de caminar conscientemente, debes prestar atención a cada paso y a cada respiración y concentrarte en las sensaciones físicas que se producen para que la experiencia sea una auténtica técnica de relajación y de pleno disfrute. No caminamos para llegar a algún lugar, sino por el mero hecho de caminar.

¿Quieres saber cómo puedes aplicar esta técnica a tu rutina diaria? Atenta a estos consejos:

Paso 1: Visualiza el camino.

Presta atención al camino que estás recorriendo. Fíjate en el camino, en la superficie

Paso 2: Respira profunda y lentamente:

Siente como entra el aire en tus pulmones, como se oxigenan con cada inspiración y como se limpian cada vez que expiras, liberando todas las tensiones y preocupaciones acumuladas.

Respira sabiendo que estás respirando.

Paso 3: Mimetízate con el entorno

Integrate al entorno donde se desarrolla tu caminar, observando concienzudamente tu alrededor, escuchando todos los ruidos que se producen y sintiendo la temperatura y humedad del lugar: mira cómo pasea la gente, cómo circulan los coches, cómo son las casas, qué tipo de vegetación hay… Siente el frío, la niebla, el sol, la lluvia…

A medida que avances en tus pasos debes sentirte totalmente integrada en ese contexto: sólo la conexión plena entre el ser y el entorno llevará a una concentración y atención absolutas.

Paso 4: Olvida los problemas cotidianos por un momento.

Tu atención solo debe centrarse en caminar y en cómo tu cuerpo se va moviendo al compás de tus pasos. Para ello intenta mantener un paso rítmico que no sea demasiado rápido, dejando espacio para calmar la mente, pues de lo que se trata es de meditar y de disfrutar de esa acción.

Paso 5: Analiza cómo caminas

Cómo se flexionan tus rodillas, cómo levantas primero un pie y después el otro, cómo los músculos de tus piernas se estiran y se contraen haciéndose más fuertes y flexibles, cómo se zarandean tus manos mientras caen de forma pesada, cómo se mecen tus caderas, cómo tu columna vertebral se mantiene recta y erguida, con una postura cómoda y relajada, pero no floja y caída…

Paso 6: Concéntrate en tus funciones corporales al caminar

Mientras vas caminando de forma suave, imagina cómo trabaja el interior de tu cuerpo: cómo se mueven tus tendones, cómo se tensan tus músculos, cómo giran tus articulaciones, cómo funciona el engranaje de tus huesos…

Paso 7: Da pasos serenos y firmes

Siente cómo tus pies aplastan con fuerza la superficie del suelo, como si quisieran dejar huella, y cómo levitan cuando los levantas para dar el siguiente paso. Nota esa presión que ejerce el pie que se queda en el suelo aguantando todo el peso de tu cuerpo. Saborea cada uno de los pasos como si fueran únicos. Siente cómo te conectas con la Tierra.

Paso 8: Disfruta de las sensaciones al pisar las diferentes superficies.

El asfalto rugoso y caliente, el césped suave y blandito, los irregulares adoquines en relieve, la tierra granulada, la arenilla húmeda que se hunde… Procura que tu camino sea sencillo y no tenga demasiados obstáculos o trabas.

Paso 9: Equilibra tu organismo y sincroniza la respiración

Se consciente de cómo tu cabeza, tu cuello, tus hombros y tus brazos se coordinan de forma armoniosa y equilibrada con el resto del cuerpo. Tu organismo se sincroniza. ¡No te olvides de coordinar cada movimiento también con la respiración!

Paso 10: Atrae la mente al presente

Si tu mente se distrae en algún momento, tranquila, no es un problema; déjalo pasar y retoma la conciencia de andar. Disfruta de los pasos que aún te quedan por dar sin pensar en el punto de llegada.

Fuente: http://www.vitasalud.com/actividad/5-2-6al-caminar/

 

Publicaciones Similares

  • Desarrollo Personal a través de la voz

    Cuando nuestro lenguaje está realmente en concordancia con nuestro cuerpo, alma y espíritu, entonces hablar resulta armonizador, integrador y sanador, además de más auténtico y efectivo. El trabajo en la voz y el lenguaje no verbal es fundamental, teniendo en cuenta que el lenguaje tiene un rol en nuestra vida tan importante como comer o dormir. Así como a través de nuestra alimentación podemos enfermarnos o puede ser fuente de salud, lo mismo ocurre con el lenguaje. Nuestro modo de hablar nos puede resultar enfermante o curativo. Nuestro lenguaje puede ser nuestro peor enemigo, el que nos dificulta la comunicación, impidiéndonos transmitir nuestros sentimientos y pensamientos con fluidez o gracias…

  • Entrevista a un médico tibetano. Tulku Lama Lobsang.

    ¡Impresionante la simplicidad de sus palabras! Tulku Lama Lobsang viaja por todo el mundo impartiendo sus enseñanzas de medicina, psicología y astrología, y curando con las manos y la mirada. P.- Cuando un paciente viene a su consulta, ¿cómo descubre cuál es su enfermedad? R.-Mirando cómo se mueve, su postura, la forma de mirar. No hace falta que me hable ni me explique qué le pasa. Un doctor de medicina tibetana experimentado, solo con que el paciente se le acerque a unos 10 metros, puede saber qué dolencia sufre.P.-Pero también escucha los pulsos. R.-Así obtengo la información que necesito de la salud del enfermo. Con la lectura del ritmo de…

  • Sobre el sufrimiento

    ¿No sería maravillos poder evitar todo sufrimiento? No, no lo sería. No evolucionarías como ser humano y seguirías siendo superficial, identificado con la forma externa de las cosas. El sufrimiento te hace ahondar en el ser. En gran parte, este sufrimiento está causado por el ego, aunque a la larga el sufrimiento destruye el ego… pero no hasta que sufras conscientemente. El sufrimiento tienen un noble propósito: la evolución de la conciencia y la disolución del ego. El ego dice «Yo no tendría que sufrir» y ese pensamiento te hace sufrir mucho más. Es una tergiversación de la verdad, que siempre es paradójica. La verdad es que necesitas decir sí…

  • El arte de no hablar

    Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Hacer un día de silencio, externo e interno de vez en cuando es profundamente sanador. Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu energía. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No…

  • La vida después del 2012

    Hubo un tiempo en que todos pensábamos que el tiempo del gran despertar, en comparación con la era que lo precedió, sería un poco como las fotos de antes y después de una historia de pérdida de peso: dos imágenes completamente distintas, una pesada y triste, la otra ligera y dichosamente feliz. Todos hemos tenido en nuestra mente algún tipo de imagen de ‘antes y después’ con respecto a la forma en que imaginábamos/sentíamos/intuíamos que sería la vida en el 2013 y más allá; sin embargo, al igual que las fotos de pérdidas de peso, puede que no hayamos tenido ninguna de las imágenes que mostraran la cantidad de tiempo…

  • Alternativas naturales al azucar refinado

    Stevia Es sin dudas el primero de la lista porque es el más natural. Cada vez se está haciendo más popular y es el más dulce. Pero hay que tener cuidado en adquirir el edulcorante stevia en forma de líquido o sobrecitos, porque son artificiales. La Stevia es una planta originaria de América del Sur, más precisamente de Paraguay y es 300 veces más dulce que el azúcar refinada. La buena noticia es que no contiene calorías y además no aumenta los niveles de glucosa en la sangre. Se puede conseguir en muchas tiendas naturistas como una hierba, la cuál se debe realizar una infusión para consumirla o bien disponer…