Límpiate por dentro con una dieta depurativa

manzanas

La primavera y el otoño son las estaciones más indicadas para prestarse a los saludables efectos de las dietas depurativas. No sólo plantan cara a la báscula con excelentes resultados, sino que ayudan al organismo a regenerarse al propiciar la eliminación de toxinas.

Nuestro hígado realiza muchísimas funciones, entre ellas depurar toxinas,

fabricar bilis, facilitar la digestión de las grasas, elimiar y producir hormonas, ayudar absorber algunas vitaminas, almacenar glucógeno, etc. siendo por ello muy importante tener este órgano lo más sano posible. Es realmente un laboratorio que fabrica y depura.

Por ello conviene de vez en cuando hacer alguna cura de desintoxicación, depuración y de eliminación de líquidos. Las dietas depurativas lo hacen. Pueden consistir en excluir de la dieta, durante el tiempo que dure la depuración, la carne, el pescado, los lácteos, café, tabaco y excitantes y cualquier alimento refinado.

Las monodietas a base de fruta, zumos y caldos de verduras también son de gran ayuda. Dentro de las frutas destacaríamos las manzanas, las cerezas, las fresas, las uvas, las piñas, los pomelos, las papayas y los nísperos. Entre las verduras, las alcachofas, los cardos, la cebolla, escarolas y rábanos son algunas de las más destacables.

Una cura depurativa es un tema muy serio que nos puede reportar una gran mejoría en cuanto a nuestra salud pero que conviene hacerla siempre bajo la supervisión de un médico o terapeuta naturista capacitado ya que hay que saber interpretar los síntomas de crisis curativa.

Algunos consejos para limpiarte por dentro

  1. La carne y el pescado tienen vetado el acceso a su verde mesa.
  2. Verduras, hortalizas, frutas y frutos secos han de comerse crudos. La cocción es otra solución, aunque no hay que abusar de ella y realizarla a baja temperatura (70ºC). La fruta, siempre antes de las comidas o transcurridas dos horas.
  3. Las frituras están prohibidas. En caso de cocinarlas, hágalo con poco aceite.
  4. El pan integral tiene que suplantar al pan blanco, al tiempo que la miel y el azúcar moreno hacen lo propio con el azúcar blanco refinado. Los cereales descascarillados han de entregar el testigo a los cereales integrales.
  5. Los zumos de frutas frescas y los jugos de verduras tendrán que sustituir por completo al consumo de bebidas gaseosas, fermentadas y no naturales.
  6. El café, el tabaco y el alcohol son sustancias estimulantes a las que hay que renunciar.
  7. Tampoco están bien vistas la sal y las especias picantes, así como los alimentos enlatados y los que contengan ingredientes sintéticos.
  8.  Beber al menos dos litros de agua al día es una norma de obligado cumplimiento. A esta dosis hay que sumarle una buena tanda de infusiones diarias.
  9. Comer despacio también es dogma de fe. El secreto de una buena y rentable digestión reside en masticar y ensalivar cuidadosamente los alimentos.
  10. El té es muy bueno para la eliminación de líquidos, especialmente el té verde, por sus propiedades diuréticas y por su bajo contenido en cafeína. El té verde, también te aporta salud en forma de sustancias fitoquímicas como las catequinas antioxidantes.

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