5 maneras de aumentar tu intuición… y por qué funcionan

La intuición no es algo raro, inusual o extraño. Estamos biológicamente preparados para ser capaces de «saber sin saber». Es decir, podemos entender algo y tener conocimiento de ello sin pensar en lo que hacemos. Sacamos el conocimiento de fuera de nuestra mente racional.

Datos sobre la intuición

Hay algunos hechos que vale la pena destacar:

  • Nuestros cuerpos nos envían señales mucho antes de que nuestra mente se de cuenta.Palmas sudorosas, un aumento sutil en la frecuencia cardíaca o la presión arterial, tensión en el estómago, hombros o garganta.
  • Podemos ver con los ojos cerrados. Es un hecho que algunas personas que han perdido la vista debido a daños cerebrales a menudo pueden participar en carreras de obstáculos.
  • Pocos animales salvajes murieron en el tsunami del 2004. Los investigadores creen que son capaces de detectar ondas sonoras o las vibraciones de tierra. Los seres humanos también tenemos esa capacidad, pero con la forma de vida actual, cargada de distracciones, hemos dejado de prestarle atención.

5 maneras de aumentar nuestra intuición

  1. Meditar. En un estudio de 2005 se descubrió que las personas que meditan tienen más materia gris en regiones del cerebro asociadas con la sensibilidad a las señales del cuerpo y al procesamiento sensorial.
  2. Hacer alguna práctica mente-cuerpo. El yoga es perfecto para esto, pero cualquier práctica física que se haga conscientemente y en sintonía con las señales del cuerpo, también funciona.
  3. Confiar en la Visión Interior. Las imágenes que aparecen en la visión interior pueden desaparecer en cuestión de segundos, pero en ocasiones dan información que puede cambiar la vida. Prestar atención a estas imágenes, junto con el conocimiento de las señales que da el cuerpo, ayuda a tomar decisiones más inteligentes.
  4. Practicar la atención plena. Se trata de practicar el prestar total atención a aquello que se está haciendo en cada momento. De esta manera se fortalece la capacidad de detectar los sutiles cambios ambientales, al igual que los animales salvajes.
  5. Construir el músculo intuitivo. Elige una actividad algo intrascendente y empieza a practicar el uso de la intuición. Por ejemplo: mientras estás de compras de supermercado, y buscas un artículo en particular, tu instinto te puede decir qué pasillo que es. O al observar a alguien déjate llevar por tu instinto para saber de lo que la persona puede estar sintiendo en ese momento, e interactuar con ellos sobre esa base, en vez de lo que expresan de forma consciente. O puedes cerrar los ojos y dar un paseo a ciegas (ten la precaución de hacer esta práctica en un lugar seguro).

Autora: Lindsey Lewis

Publicaciones Similares

  • No te lo tomes tan en serio

    Todo este mundo es como una obra de teatro, así que no te lo tomes demasiado en serio. La seriedad te meterá en problemas. No te lo tomes en serio. Míralo todo: mira hacia atrás, mira hacia delante, mira todas las dimensiones en las que eres, que es tu vida. Parece un largo sueño, y todo lo que te tomas tan en serio en este momento se vuelve inútil al momento siguiente. Puede que ni siquiera te acuerdes de ello. Recuerda tu primer amor: qué serio fue. La vida dependía de él. Ya no te acuerdas en absoluto, está olvidado. Y cualquier cosa de la que hoy piensas que tu vida…

  • Un deseo

    Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es, sepas ser sin desesperar. Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar. Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que…

  • Consejos para pasar una Navidad feliz en Familia

    Los consejos de Anne Lucas, psicóloga, para prepararse para estos días con tus seres queridos (y a veces conflictivos) Prepararse, anticipar, prever Una invitación, por ejemplo, o una llamada telefónica para precisar los horarios, el desarrollo del día, la organización de los regalos y hasta el menú. De esta forma permitimos a los miembros de la familia invitados a la cena de Noche Buena o Navidad que se preparen y se organicen bien. Con frecuencia, el saber qué esperar permite anticipar mejor y evitar inseguridades o miedos, como el miedo a que todo pase demasiado rápido o que no suceda como había imaginado uno antes. Ser consciente de las expectativas…

  • |

    ¡Despéinate!

    Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad. El mundo está loco. Definitivamente loco. Lo rico, engorda. Lo bonito sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina: Hacer el amor, despeina. Reírte a carcajadas, despeina. Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina. Quitarte la ropa, despeina. Besar a la persona que amas, despeina. Jugar, despeina. Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina. Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible. Siempre va a estar más…

  • 50 afirmaciones de Louise Hay para cambiar tu vida

    Tienes en ti el poder de cambiar lo que no quieres en tu vida y de alcanzar la felicidad que tanto buscas. Como nos dice Louise Hay en su libro Afirmaciones: “Las afirmaciones abren puertas. Son puntos de partida en el camino hacia el cambio” La puerta de mi corazón se abre hacia dentro. Paso del rencor al Amor. Hoy escucho mis sentimientos y soy amable conmigo mismo. Sé que todos mis sentimientos son mis amigos El pasado ha terminado, ya no tiene poder en el presente. Los pensamientos de Este Momento crean mi futuro4. No es divertido ser una victima. Rechazo volver a sentirme una persona indefensa. Reclamo mi…

  • Zanahoria, huevos o café… ¿sabes qué eres?

    Hace tiempo leí una historia que desde entonces la recuerdo siempre que siento que me quiero quejar, o siempre que oigo a alguien quejarse. Tener ésta historia presente me recuerda que por muy difíciles o duras o pesadas que sean las circunstancias siempre podemos elegir transformarlas. Sólo necesitamos tener claro qué somos y ejercitar la actitud correcta sin tirar la toalla. Érase una vez una hija que siempre se estaba quejando a su padre de lo difícil que era su vida, ella siempre estaba resolviendo cosas; apenas había resuelto una cuestión que ya le estaba surgiendo otra. Y se sentía agotada y desmotivada. Un día su padre, cansado de oir sus quejas,…