Muchas veces tendemos a entender los periodos vacaciones como el momento de hacer cosas, de hacer muchas cosas: conocer nuevas lugares, recorrer ciudades, visitar museos, hacer diferentes actividades de ocio.
Todas esas cosas están muy bien y son muy necesarias ya que nos permiten romper con la rutina, abrirnos a nuevos paradigmas y explorar nuevos lugares.
Pero, ¿y nuestra mente? ¿Habéis pensado en que las vacaciones también pueden ser un buen momento para pensar en nuestra salud mental?
Compartimos algunas ideas que te ayudarán a dar a tu mente un merecido descanso:
- Menos tecnologías. Vivimos en un mundo tecnológico e hiperconectado. Minimiza unos días la tecnología. No pasa nada si tardas unos días en compartir algo en tus redes sociales. O si no estás al tanto de las noticias del mundo a cada minuto. No pasa nada por no responder un mensaje o email en el mismo momento de recibirlo y mucho menos por tardar un tiempo en leerlo.
- Olvida el reloj. Olvídate de la hora. Permítete despertarte solo. Comer sólo cuando tengas hambre y no cuando sea la hora de comer.
- Más lento. Baja el ritmo. No hay prisa. Disfruta de un paseo. Disfruta de una buena conversación. Come lento, degustando el alimento.
- Más conciencia. ¿Hace cuánto no miras una puesta de sol con toda tu atención puesta en ese momento? o ¿hace cuánto no das un paseo poniendo atención a todo lo que ocurre?. Escucha el sonido de tus pies al caminar; escucha el pájaro que canta cuando ve que el sol comienza a esconderse; siente el viento en tu cara; disfruta de pisar la hierba con tus pies descalzos con la atención puesta en todas las sensaciones que eso despierta en ti.
- Actividades enriquecedoras. Busca actividades que llenen tu alma y dedícate a ellas.
- Respira conscientemente. Observa tu respiración. Trata de hacer respiraciones lentas, largas y completas. Un buen método para hacerlo es ponerte un pequeño recordatorio. Puede ser una pulsera, un anillo puesto es un dedo diferente. Cualquier pequeña cosa que cuando la veas recuerdes prestar atención a tu respiración.
¿Se te ocurre alguna idea más? ¡Compártela con nosotros/as!