Descubre cómo mejorar la autoestima de tus hijos
Los niños son el reflejo de sus padres, ya que somos el modelo a seguir para ellos y de nosotros copian nuestras costumbres y conductas. Nosotros somos el espejo en el que nuestros hijos se miran, por ello debemos actuar siendo conscientes de ello en todo momento. En este artículo vamos a tratar de explicar brevemente unos consejos sobre cómo mejorar la autoestima de tus hijos, pero debes saber que son solamente unas orientaciones, y que el trabajo personal con tus hijos es una labor de todos los días, que requiere de tu esfuerzo y constancia.
La relación entre padres e hijos, la base de su educación.
Las primeras personas que conocemos en nuestra vida son nuestros padres. A través de ellos formamos nuestra idea de cómo es el mundo y cómo funcionan las relaciones. De nuestros padres hemos aprendido a amar, a odiar, a tratar a los demás, a enfadarnos… Ellos son nuestros guías y maestros en los primeros años de nuestra vida. Por eso la relación con nuestros hijos es tan importante.
Los niños están siempre aprendiendo, son como esponjas que se empapan de todo lo que ocurre a su alrededor, y su percepción es muchas veces mayor de lo que nos pensamos. Los niños entienden mucho más de lo que parece. Y, aunque no lo entiendan, muchas veces memorizan aquello que ven y queda grabado en su mente durante toda la vida. Un niño aprende de su padre sobre cómo tratar a las mujeres simplemente observando cómo trata a su madre. También aprenderá sobre el amor en la medida que sus padres lo demuestren y en qué situaciones lo hagan.
Por eso debemos estar siempre presentes y recordar que cada pequeño detalle cuenta. Que no sirve de nada decir una cosa si demostramos la contraria con nuestra actitud. Con la educación de nuestros hijos debemos ser coherentes al 100%. Lo primero para mejorar la autoestima de tus hijos es mejorar tu propia autoestima. Quizás te interese hacer un retiro espiritual.
Vamos a ver unos consejos útiles para mejorar la autoestima de los más pequeños:
1. Hazle formar parte de vuestras decisiones.
Los niños suelen estar siempre al margen de los planes de la familia, no solemos tener el cuenta lo importante que es para ellos estar presentes en los momentos en los que decidimos qué hacer el fin de semana o cualquier otro asunto que afecta a toda la familia. Para que los niños sientan que son parte importante, y que contamos con ellos en todo momento, podemos hacerles partícipes de algunas decisiones que consideremos oportunas. Plantea diferentes opciones razonables y explícales las consecuencias negativas y positivas de cada una, así también estaremos enseñándoles a asumir que no siempre podemos tenerlo todo.
2. Pasa tiempo de calidad con ellos.
Es mejor jugar media hora con ellos a algo divertido, que pasar toda la tarde viendo la televisión. Haz que se sientan atendidos, entra en sus dinámicas e implícate en sus juegos. Ríe, baila y haz el tonto. Los niños sentirán una unión mucho más fuerte que si pasas el tiempo mirando el móvil o leyendo. Dedica menos tiempo si no dispones de mucho, pero que sea de mayor calidad.
3. Cuéntales cómo ha ido tu día.
Los niños están acostumbrados a que les hagamos miles de preguntas. ¿Qué tal el cole? ¿Qué has comido? ¿Con quién has jugado? Pero pocas veces compartimos con ellos nuestra experiencia. Cuéntales a tus hijos cómo te ha ido el día, si te has sentido mal por algo, o si te has llevado alguna decepción. Exprésales tus miedos, o los conflictos que has tenido en el trabajo. Eso te acercará a ellos, y así conocerán más sobre cómo es el mundo de los adultos, que tan poco conocen. Saber que tú también tienes miedos o conflictos hará que se sientan identificados y que no piensen que es malo que ellos vivan ese tipo de situaciones, que seguro vivirán.
4. Haz que tengan responsabilidades poco a poco.
Para que los más pequeños empiecen a ganar autonomía, es bueno que se vayan responsabilizando de alguna tarea sencilla. Poner la mesa, colaborar en la limpieza, reponer el papel en el baño, fregar los platos… Involucra a tus hijos en las tareas domésticas y haz que ganen responsabilidades poco a poco. Esto hará que se sientan más importantes y que además sean más autosuficientes en el futuro.
5. No los compares con otros.
El usar a otros niños de su entorno para compararlos es siempre algo negativo. Puede parecer que les estamos motivando a mejorar, pero en realidad podemos estar creando un sentimiento de inferioridad en ellos o haciendo que sean enemigos de aquel con el que le comparamos.
6. No uses etiquetas.
A veces clasificamos y etiquetamos a nuestros hijos en un papel determinado. Eso hace que los niños crezcan pensando que son vagos, rebeldes, malos, etc… Estas etiquetas son tremendamente negativas para su desarrollo, porque hace que al final se conviertan en esa etiqueta que les hemos puesto por asimilación de ese papel. Debemos censurar la conducta, no a la persona. Si nuestro hijo ha tenido un mal comportamiento debemos hacérselo ver y explicárselo, no clasificarlo como un “niño malo”.
7. Valora el esfuerzo, no el resultado.
Elogia siempre el esfuerzo que hacen para conseguir algo, sea cual sea el resultado final. Si solo nos fijamos en el resultado, nuestros hijos vivirán una gran frustración al ver que no pueden complacernos en todo. Si valoramos positivamente su esfuerzo y dedicación, se esforzarán siempre para conseguir sus metas.
8. Elogios, pero no en exceso.
Refuerza positivamente las aptitudes de tus hijos, pero no de una manera falsa. Si el niño recibe un elogio pero él sabe que no lo ha hecho tan bien, lo va a recibir como un cumplido vacío y falso. Si, por ejemplo, ha tenido un mal día en el fútbol le podemos decir: “hoy no ha sido tu mejor partido, pero no te has rendido en ningún momento” y entonces valoramos el esfuerzo que ha puesto, pese a que el resultado no ha sido el deseado.
9. No seas sobreprotector/a.
Muchas veces somos demasiado cuidadosos con nuestros hijos. No queremos que sufran en ningún momento. Pero la realidad es que en el futuro sufrirán por una u otra cosa. Debes dejar que los niños fracasen y sientan ese fracaso, al igual que cualquier otro tipo de incomodidad o malestar. Vivir en un mundo de rosas hasta que son mayores no les hace ningún favor, más bien hará que sufran más cuando alcancen la madurez.
10. Predica con el ejemplo.
Como decíamos al principio, debemos ser el espejo en el que nuestros hijos se quieran mirar. No podemos predicar una cosa que luego no cumplimos, ya que el mensaje se desvirtuará. Actúa como te gustaría que actúen tus hijos, en cada momento. Da igual que ellos no estén delante. Ser padre es un gran trabajo personal que requiere de mucha energía, pero es lo más gratificante que podrás hacer en tu vida.
Las vacaciones, un momento ideal para mejorar vuestra relación.
Durante el período de vacaciones tenemos mucho más tiempo para convivir con nuestros hijos, por eso es un momento ideal para practicar y mejorar nuestra relación con ellos. Unas vacaciones en familia pueden ser la mejor medicina para que vuestra relación salga más fortalecida que nunca y aumente la conexión que hay entre vosotros.
Busca un lugar de vacaciones alternativas en familia, donde puedas practicar la sinceridad, donde los juegos estén enfocados a mejorar la autoestima de los niños y en el que puedas participar en actividades conjuntas que os ayuden a generar más unión entre vosotros. Estas vacaciones son la oportunidad perfecta para mejorar la autoestima de tus hijos y fortalecer vuestra relación. Puedes descubrir estas y otras vacaciones alternativas en esta web.
Autor: Hugo Bermúdez