¿Cuántas veces hemos oído la frase ‘¿Eso está en ti, yo solo soy tu espejo’? Dentro del marco del trabajo personal, la ley del espejo se ha establecido como herramienta estrella en los últimos años.
Si hemos sido receptores de esta frase, probablemente nos haya dado rabia al principio, pero, si hemos entendido el concepto habremos descubierto de verdad cosas de nosotros mismos. Se dice que solo podemos interpretar lo que vemos en el mundo según nuestra configuración interna.
¿Qué es la ley del espejo?
La ley del espejo, como su nombre indica, pasa por vernos reflejados en la persona que tenemos enfrente. Muchas veces lo que vemos en la otra persona nos molesta porque es algo que hacemos nosotros y no nos gusta.
Otras veces, lo que pasa es que lo que vemos en el otro es justo la manera contraria de actuar a la nuestra en alguna situación. Esto nos está reflejando también algo: nuestra intolerancia con los demás o que no nos permitimos hacer eso mismo. Por ejemplo, si eres una persona muy fuerte y ves a alguien en posición de debilidad continuamente, puede sacarte de quicio.
¿Cómo utilizar la ley del espejo para transformar tu relación de pareja?
La clave del entendimiento en la relación está en ver qué es eso que nos molesta tanto del otro y por qué. Hay veces que nos incomoda algo más de nuestra pareja porque conoce todas nuestras sombras y, quizás, esto hace que incluso intentemos ver en ella errores para poder defendernos con ataques a él o ella.
La ley del espejo es una herramienta de las más rápidas para arreglar una situación de pareja. Al haber tanto vínculo emocional y en muchas ocasiones, incluso, convivencia, el reflejo de situaciones es continuo. En lugar de quedaros en el conflicto la podéis utilizar a vuestro favor para iluminar puntos ciegos y trabajar en ellos.
Claves para empezar a usar la ley del espejo
Cuando te moleste algo en tu pareja mira qué te muestra eso de ti. Como dijimos al principio del artículo puede ser por tres opciones: eso también está en ti, es algo que tú no te permites o es una actitud contraria a tu modo de ver las cosas y te muestra tu ego o tu rigidez e intolerancia para con tu pareja.
De esta manera podemos apelar a herramientas para solucionar conflictos a partir de la ley del espejo:
- Identificar cuál es la raíz en ti o raíces de las situaciones que se te espejan según las tres que hemos enumerado arriba. A partir de ahí, podréis comunicaros de una manera más amorosa, pacífica y serena.
- Comunicarnos desde la verdad con nuestra pareja. Decirle qué nos ha molestado y hasta hablarles de la ‘ley del espejo’ para que comprenda que no es nada personal.
- Hablar desde una misma o uno mismo siempre. En lugar de decir ‘me ha molestado que me hayas…’, podemos decirle ‘me he sentido molesta por…’. Esto no se siente como un reproche y es mucho más suave.
- Tomar la responsabilidad y la parte de la historia que nos toca. Comenzar a hablar por la parte que te atañe y con afán de solucionarlo, os conectará a ambos con la empatía y la conversación será clara, productiva y fluida.
- No huir si nos sentimos molestas o molestos. Muchas veces no llegamos a la raíz de lo que está pasando porque en cuanto algo que escuchamos no nos gusta, cortamos la conversación. Si permanecemos es cuando llegan los sentimientos de entendimiento, compasión y armonía, aunque en un principio parezca tenso.
¿Qué beneficios tiene la ley del espejo en las relaciones?
El primer beneficio que trae la ley del espejo a las parejas es la identificación de los conflictos raíz. Y esto es lo más importante a la hora de abordar una disputa.
Si no nos comunicamos nos quedamos en el resentimiento y se va minando la relación, pero la ley del espejo os da la oportunidad de ver también como las haces tú. Los beneficios que trae aplicar esta ley son muchos:
- Ilumina los puntos ciegos de ambos. Eres capaz de ver tu propia sombra y estas dejan de generar problemas en bucle.
- Desarrollo personal constante, que os aporta más psicología emocional.
- Autoconocimiento y conocimiento del otro, para ver si estáis en sintonía.
- Responsabilidad con tus emociones, al mostrarte que lo externo no es tan incontrolable cómo parece y que mirándote a ti misma/o aprendes.
- Empatía.
- Compasión y amor por el otro o la otra al ver su conflicto en ti.
- Ver tus errores para salir de la actitud de víctima.
- Vulnerabilidad a la hora de comunicarnos y humildad, que son básicas para que haya un entendimiento y el amor siga creciendo.
En Mundo Consciente pensamos que todos los conflictos comienzan porque piensas que la otra persona tendría que haber hecho las cosas de otra manera. En nuestros retiros tenemos salas de trabajo personal donde vemos la raíz de cada conflicto personalizado, pero además la fuerza del grupo nos refleja puntos ciegos y el crecimiento es muy rápido ¡Lo que está en la sombra no existe!