Tres veranos visité las Montañas Azules del Sur de la India para poner conectar con la antiquísima tribu de los Toda, cuya vida gira toda ella en torno a los búfalos sagrados. Investigué a fondo en sus creencias, tradiciones y rituales y así me inspiré para escribir uno de mis relatos espirituales más sentidos y profundos, donde el sacerdote-búfalo, un gran iniciado, va impartiendo enseñanzas a un destacado psicoterapéuta occidental que había perdido por completo el sentido de su vida y se traslada a vivir con los Todas y recibir sus enseñanzas para poner conectar con «el elemento de no-muerte» y la verdadera Sabiduría. Para hallar el elemento de no-muerte hay que saber desplazarse al «lugar anterior al pensamiento».
A continuacion algunas enseñanzas del sacerdote-búfalo:
«Si lograses penetrar en el ser del búfalo, estarías entrando en el ser de todas las criaturas. Si eres capaz de conquistar el lugar anterior al comienzo, permanecerás en calma aún en el caos, en equilibrio en la desarmonía, en pasividad en las fluctuaciones de ánimo o ante las vicisitudes de la vida No empezarán a producirse los cambios hasta que no seas capaz de conectar con el momento anterior al pensamiento y puedas dejar de sentirte esto o aquello.
«Todo es un flujo, todo es vibración. Aquello que nunca ha dejado de ser y estar es hacia lo que debes dirigirte. Los apegos ter han impedido te han impedido experimentar lo anterior al pensamiento, donde se puede capturar el elemento de no-muerte. Es en la no-atadura donde comienza la libertad. Pero has estado atado al cuerpo, a las ideas sobre ti mismo, a los patrones de pensamiento En la pantalla del Gan Espíritu todo es un juego de luces y sombras. Ahora luz; ahora sombra. Así no puede haber paz; así la vida es una grotesca caricatura de lo que podría ser. Por eso hay que salir del juego.
«Escucha tu silencio interior. Óyelo en cada fibra de tu ser y apóyate en él para expandirte. Esa pulsión te conducirá a la primera pulsión y, desde ahí, a lo que está más allá del Universo.
«Trata de no estar ni en lo que viene ni en lo que se va. Si vienes, lo tomas, sin apego; si parte, lo dejas ir, sin sufrimiento. No agarres. Absórbete en el sonido de la flauta o en el mugido del búfalo o en el llanto de un niño o en el aroma de una flor. Y experimenta en el silencio total de la mente el Gran Espíritu Autoluminoso. El Autoluminoso se revela mças facilmente en el cerebro de un búfalo, porque no tiene tantos apegos u odios. Si te insisto en caminar junto a los búfalos es para que te sientas búfalo y desarrolles tu sentimiento de igualdad con todas las criaturas: una mariposa, un árbol, una oruga…»
Fuente: http://www.ramirocalle.com
Autor: Ramiro A. Calle