Haz de tu ducha diaria un acto con el que te limpies el cuerpo y también los pensamientos y las energías densas.
A continuación respira más profundamente, dejando que tu aura comience a latir, luminosa, como un pulsar. Siente cómo se va volviendo cada vez más pura y brillante hasta que cualquier resto de sentimiento irritante que aun quede escondido. Ahora puedes cantar tu nombre, una y otra vez, hasta que tu aura esté llena del sonido de tu voz, corriendo por tu cuerpo. Deja que el sentimiento crezca hasta que te estremezcas de placer.
Ahora estás lleno/a, estás completo/a, eres perfecto/a.
Haz de tu ducha diaria un acto de higiene mental y emocional además de físico.
perfecto lo practicare, gracias mil gracias
mb
Me encanta!!! Gracias !!