Es habitual pensar que el aguacate, por su elevado aporte calórico, tiende a aumentar no solo nuestro peso, sino también nuestros niveles de colesterol. Es un mito, una creencia errónea completamente equivocada. Si bien es cierto que el aguacate es un alimento con un elevado nivel de calorías (concretamente, un solo aguacate es capaz de aportar cerca de 225 calorías), cuando es consumido de manera moderada solo aportara importantísimos beneficios para la salud, por lo que su consumo siempre es recomendable aún cuando estemos siguiendo una dieta de adelgazamiento con el fin de perder peso.
No en vano, en la dieta común, el aguacate es considerado como uno de los alimentos más nutritivos, especialmente por las propiedades y los beneficios que éste posee. Incluso a diferencia de lo que se pensaba hasta hace poco tiempo, es capaz de ayudarnos a reducir los niveles de colesterol alto, un problema a día de hoy muy común y habitual que no causa síntomas hasta que no es demasiado tarde, de ahí que sea siempre importantísimo realizarnos análisis de sangre rutinarios con el fin de conocer cómo nos encontramos de salud y si existiría o no algún valor alterado.
Sea como fuere, el aguacate es una deliciosa fruta conocida también popularmente con el nombre de palta. Desde un punto de vista nutricional es sumamente rico en vitamina E, la cual es capaz de neutralizar los radicales libres y reducir -por tanto- su acción tan negativa, al actuar como un excelente antioxidante natural. Por otra parte, destaca por su aporte energético, ideal para ayudarnos a elevar nuestro estado de ánimo y aportarnos energía en los momentos en que más lo necesitamos.
Es más, desde un punto de vista nutricional el aguacate constituye una fuente rica en ácido fólico, realmente indispensable sobre todo durante el embarazo; y aporta potasio, un mineral que como sabemos es bueno para el sistema nervioso.
Pero sin duda alguna una de las cualidades más importantes del aguacate son sus beneficios a la hora de ayudarnos a la hora de reducir los niveles elevados de grasas en la sangre. Es rico en grasas insaturadas, por lo que favorece el denominado como colesterol HDL (conocido como colesterol bueno), encargado de transportar el colesterol al hígado. Una vez aquí, es eliminado a través de la bilis, siendo luego expulsado al aparato digestivo.
Esta cualidad no queda aquí, ya que además de elevar los niveles de colesterol bueno o HDL, lo cierto es que también ayuda a la hora de rebajar los valores de colesterol LDL (o colesterol malo), ideal por tanto para cuidar nuestro corazón y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Es más, el aguacate destaca por su alto contenido en ácidos grasos omega 3, así como otras sustancias y compuestos beneficiosos contra el colesterol y los triglicéridos, como por ejemplo es el caso de las grasas monoinsaturadas.
Por este motivo, se convierte en un alimento excelente para combatir los niveles de colesterol alto. No obstante, no debemos confundirnos: que sea bueno no significa que podamos consumirlo a menudo, dado que no debemos olvidarnos de su elevado contenido calórico.
Por tanto, consumir uno o dos aguacates por semana nos podría ayudar a mantener a raya los niveles de colesterol, mientras que su contenido en calorías no incidiría en nuestro peso, especialmente de forma negativa. ¿Alguna excusa para no comernos esta deliciosa fruta?
Fuente: https://www.natursan.net/aguacate-y-colesterol/