En este artículo de Deepak Chopra vemos la relación entre Realidad y Consciencia y como somos creadores de nuestra propia realidad
- Sólo logramos vernos a sí mismos con un espejo; y la consciencia, es el espejo de nuestro medio ambiente o del mundo que nos rodea. Por lo que no podemos cambiar al mundo; y lo único que conseguimos hacer, es conocernos a sí mismos para evolucionar y coadyuvar a mejorar nuestro entorno o la parte de nuestro mundo. Además, muchos creemos estar en el mundo; cuando en realidad somos parte del mundo, porque todo está interconectado.
De suerte que todo lo que hacemos o dejamos de hacer, afecta a los demás. Y al pasar a una conciencia más elevada a través de reconocer el espejo de las relaciones; examinaremos que la atención (Del cuerpo mental o de la mente) y la intención (Del cuerpo emocional o astral), son los propulsores de la transformación. Todo en lo que ponemos atención existe; y cuando se la quitamos, desaparece.
La atención se convierte en la energía que crea las cosas; y la intención, es la fuerza transformadora. Estos son los dos aspectos de la conciencia; que empleamos, al experimentar la realización sin esfuerzo. En el sentido de incentivar una conciencia más enaltecida; despertando también la intuición y la creatividad (Del Espíritu de Vida o Búdico), que implica una visión más elevada producto de la unión inseparable entre el cuerpo y la mente. Y esto se consigue a través de la sanación de la mente, las emociones y del cuerpo físico.
- Estar sano implica un esfuerzo holístico de procurar tener una buena condición física, material (Económica, de bienes y servicios, medioambiental, etc.), emocional, mental y espiritual; pues si por ejemplo, vivimos en una atmósfera infectada, nuestras células corporales no podrán reciclar la contaminación y el cuerpo tenderá a enfermar.
- La felicidad tiene tres componentes: Un 50% proviene de los condicionamientos sociales (Familiares, educativos o culturales, raciales, religiosos, laborales, políticos, geográficos, económicos, etc.) que desde la infancia se nos inculcan; y que luego en la madurez desarrollamos para ver oportunidades en donde otros, observan problemas.
Un 10% emana de la cantidad de bienes materiales y económicos que se posea; y el restante 40% de la felicidad devine, de los actos que acometemos diariamente. Por lo que si dichas acciones son sólo para producir placer; muy poca felicidad aportarán, pero si son para desarrollar nuestra creatividad y mejorar la calidad de nuestras relaciones, entonces seremos más felices.
- La belleza procede cuando una persona o artista se observa interiormente; y lo que ve lo proyecta o refleja, exteriormente.
- Lo único que podemos hacer para resolver los problemas del mundo es:
– Mediante el ejemplo, ayudar a los demás a que realicen un cambio interior. Porque todo es vibración; y cuando alternamos nuestras propias vibraciones, varían las vibraciones del entorno y del mundo. Pero lo importante no es la vibración, sino lo que hay entre la vibración o consciencia. En lo que existe entre cada vibración, el vacío o la discontinuidad.
Aportar las herramientas necesarias; para que cada quien, erija su propio bienestar.
Impulsar; al menos, en nuestro entorno.– Una mayor y mejor justicia social.
Una reforma económica; en la que las diferencias entre ricos y pobres se reduzcan, y dejen de incrementarse.
Efectivas leyes; que realmente protejan, el medio ambiente que es nuestro hogar. - Lo que llamamos muerte no es más que un salto cuántico de la creatividad del Ser. El Universo se enciende y se apaga constantemente a nivel subatómico, molecular y a nivel de los órganos. El Universo se recrea en sí mismo; por lo que estamos constantemente muriendo, para recrearnos. Es a través de la muerte, como el Universo se actualiza y se renueva a sí mismo. Si entendemos la muerte, comprendemos la vida. La muerte es el apagado; y el nacimiento, el encendido.
Por cada apagado hay un encendido. El miedo a la muerte se debe a la falsa identidad que es inculcado por los condicionamientos sociales del yo separado; que es una alucinación y que por ende, no existe. Cuando superamos tal separación de la personalidad con nuestro Espíritu, desaparece la muerte; porque el Espíritu, nunca muere. Solo existe lo universal; todo lo demás, es un reciclaje del Universo. Por lo que si movemos nuestra personalidad a nivel universal, nos liberamos del miedo a la muerte.
- La mente siempre es una conversación; y el alma, es una presencia. A tal presencia siempre llega el pensamiento, una sensación o un sentimiento y una experiencia o acto que luego se van. Todo llega y todo se va; y sólo queda, la presencia. Esa presencia se conoce como una conciencia testigo; está ahí cuando nacimos, pero luego de la mente se va junto con la personalidad. Cuando éramos adolescentes teníamos un cuerpo, una mente y una personalidad diferente a la de ahora; pero la presencia, era la misma. Todo eso llegó y se fue, en esa conciencia testigo.
Deepak Chopra