1. Los más felices sonríen aunque no tengan motivo para hacerlo. Si tienes pensamientos positivos puedes provocar que una sonrisa salga en tu rostro.
Un par de estudios sostienen que basta con intentar ser feliz para fortalecer el bienestar anímico, en especial en los ámbitos que implican emociones positivas.
2. Guardan la tranquilidad en momentos de crisis. De acuerdo con el psicólogo Peter Kramer, la perseverancia y la felicidad es lo opuesto de la depresión, debido a ello, los que saben reponerse de situaciones adversas son mucho más felices que los que a la primera de cambios no pueden resolver un fracaso.
3. A las personas más felices les gustan los placeres sencillos. Algo pequeño, sencillo o insignificante para el resto, puede resultar de gran satisfacción para las personas felices. Dar sentido a las pequeñas acciones o estar agradecido por los mínimos detalles es la clave.
4. Los triunfos personales, casi sin excepción, nos llenan de felicidad. Celebrar los pequeños triunfos como llegar temprano a una cita, terminar un libro o llegar a tu ahorro del mes pueden ser fuente de felicidad, ¿ya tienes en mente ese pequeño triunfo que te hará el día?
5. Ayudan o hacen bien a los demás. La felicidad puede ser un círculo virtuoso interminable, en el que hacer feliz a alguien tiene como consecuencia que otra persona haga feliz a otra y así, en cadena.
6. Dejan que las cosas fluyan. Es muy frecuente que perdamos la sensación del transcurso del tiempo. Aquello que hacemos es tan satisfactorio, que todo lo demás deja de importarnos, incluso el paso de los minutos.
Entregarnos a una actividad altamente satisfactoria puede ser fuente de felicidad.
7. Disfrutan de la conversación. La revista Psychological Science publicó un estudio en el que demostró que las conversaciones profundas y sustanciosas pueden proveer de felicidad genuina a las personas, a diferencia de las pláticas banales y ligeras.
8. Gastar dinero en otros promueve la felicidad. No importando cuánto dinero ganen, las personas son más felices cuando gastan en otros su dinero que cuando lo conservan para sí mismos.
9. Saben escuchar. Éste puede considerarse una de las habilidades más importantes del ser humano. Escuchar implica reconocer la existencia del otro, respetar su visión de mundo, estar dispuesto a conocerla y aprender algo de ello. Escuchar requiere y genera confianza.
10. Hacen alguna actividad física cotidianamente. Es sabido que el ejercicio físico libera endorfinas, además de otras sustancias neuroquímicas que modifican nuestra actitud frente al mundo, casi siempre otorgándonos una sensación satisfactoria de la realidad.
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