Cuento de sabiduría indígena

Cuento de sabiduría indígena

Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida. Él les dijo: – Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí… ¡es entre dos lobos! Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad. El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe. Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la Tierra. Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo – ¿Y cuál de los…

Aprende a ser Grande

Aprende a ser Grande

“No hace falta ser grande para empezar,  pero tienes que empezar para ser grande.” Zig Ziglar ¿Cuantas veces esperas las condiciones perfectas para lograr determinado objetivo (sea apuntarse a una clase de yoga, crear un blog, cambiar de empleo)? Pero…¿sabes una cosa? ¡La perfección es invisible al corazón! ¿Por qué? Porque todo lo que deseas de corazón ya es perfecto en sí mismo. Tú corazón tiene una innegable capacidad para transmutar  cualquier  imperfección u obstáculo en amor y logro, para eso basta no dejarte detener por la manipulación de la mente, que quiere hacerte creer que todo es difícil, que el riesgo de fallar es más grandes que tú y…

El árbol mágico

El árbol mágico

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo.Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder mucho tiempo y luego su viejo camión se negó a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a…

El genio y los deseos

El genio y los deseos

El genio liberado de su lámpara le dice al pescador: – Pide tres deseos y yo te los daré. ¿Cuál es tu primer deseo? Tras meditarlo, dice el pescador: – Me gustaría que me hicieses lo bastante inteligente como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos. – Hecho – dijo el genio. – Y ahora, ¿Cuáles son tus otros deseos? El pescador meditó de nuevo un momento y contestó: – Gracias. No tengo más deseos.

El mejor regalo para un hijo

El mejor regalo para un hijo

«El regalo más valioso que podemos dar a nuestros hijos es…» Un hombre vino a casa tarde del trabajo, cansado e irritado, y encontró a su hijo de 5 años esperando en la puerta.¿Papá, puedo hacerte una pregunta?» Sí, ¿cuál es?» contestó el hombre. ¿Papá, cuánto ganas en una hora?» Eso no es asunto tuyo. ¿Por qué preguntas eso?» – Dijo el hombre enojado. Sólo quiero saberlo. Por favor dime, ¿cuánto ganas en una hora?» repitió el pequeño. Si quieres saberlo, en una hora gano 3000 Ptas. «Oh,» – contestó el pequeño, cabizbajo. Volviendo a mirarlo, dijo – Papá, puedo pedirte prestadas 1.500 Pts?» El padre se puso furioso, –…

El valor del violín

El valor del violín

«Las cosas no valen sino lo que se las hace valer» El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró.¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó. ¿Quién hará la primera oferta? ¡Un dólar, un dólar! entonces… ¡Dos! ¿Sólo dos? ¡Dos dólares! ¿Hay alguien que dé tres? ¡Tres! ¡Tres dólares! … a la una, tres dólares…a las dos… Ya se iba a vender el violín por tres dólares, pero en ese momento un hombre canoso se puso de pie, se acercó hasta donde el subastador y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó…

Cielo e infierno

Cielo e infierno

Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro Zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén: «No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!». Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó: – Podría matarte por tu impertinencia.- «Eso -repuso el monje con calma- es el infierno». Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la…

Las dos vasijas

Las dos vasijas

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a ambos extremos de un palo. Una de ellas era nueva y reluciente, mientras que la otra era muy vieja. La vasija nueva era feliz porque hacía bien su trabajo. Su compañera, consciente de la situación, se sentía triste porque el agua se le escapaba a través de las grietas. Al cabo de un tiempo, la tinaja ajada por los años se sinceró con el aguador: «Estoy avergonzada porque, por mi culpa, sólo puedes entregar a tu amo la mitad de mi carga». El la miró compasivo y le pidió un favor: «Cuando regresemos a la casa…

Las tres rejas

Las tres rejas

  El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice: -Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia… -¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?   -¿Que es eso de las tres rejas? -Sí. La primera es la Verdad. ¿Y te pregunto si estás seguro, de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? -No. En realidad lo oí comentar  al pasar a unos vecinos. -Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja.   Esta es la Bondad.  Dime, eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? ¿Es…

Cuanto más sencillo, más poderoso

Cuanto más sencillo, más poderoso

Un pobre campesino que regresaba del mercado a altas horas de la noche descubrió de pronto que no llevaba consigo su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta y el pobre hombre estaba muy afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus oraciones. Entonces se lo ocurrió orar del siguiente modo: «He cometido una verdadera estupidez, Señor, he salido de casa esta mañana sin mi libro de oraciones y tengo tan poca memoria que no soy capaz de recitar sin él una sola oración. De manera que voy a hacer una cosa, voy a recitar…

El elefante de circo

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era…

El picador de piedras

El picador de piedras

  Hace muchos años en la isla de Hokkaido, vivía el joven Humi, que se ganaba el sustento picando piedras. Aunque joven y sano, no estaba contento con su destino, y se quejaba día y noche. Humi, pese a no conocer bien el cristianismo, sabía que, según su tradición, al menos una vez al año se satisfacían los deseos de la humanidad. Así, un día de Navidad rezó con mucha fe y, para su sorpresa, se le apareció un ángel.   – Tienes salud y toda una vida por delante – le dijo el ángel – . Todos los jóvenes deben empezar a a hacer algo. ¿Por qué vives quejándote?…